Desde clásicos ecuatorianos como el yaguarlocro y el locro de papas; pasando por preparaciones icónicas de América Latina, por ejemplo, la sopa cubana de fréjol negro o el ajiaco colombiano; hasta recetas de otros continentes, donde hallamos, entre otras, a la sopa marroquí de nuez y pollo o la sopa de atún con sabor asiático, este tipo de platos se encuentran en todo el mundo debido a su potencia de sabores y la oportunidad de mezclar diferentes ingredientes.
La importancia de un buen caldo
Este elemento es fundamental para preparar las mejores sopas y cremas, pues pueden hacer toda la diferencia en el sabor del resultado final, así que vale la pena aprovechar nuestro Caldo de Gallina en Cubo MAGGI® o la Sopa de Pollos con Fideos MAGGI®.
Atento a las texturas
Para potenciar las sopas y las cremas, vale la pena pensar en el juego de texturas. Por ejemplo, añadir un elemento crujiente al final, como pueden ser los frutos secos, aportan no solamente sabor, sino que el toque crocante genera un contraste con el caldo y otros ingredientes que pueden ser más suave. ¡Piensa más allá del sabor!