Vive el encanto de la Navidad armando en casa una dulce y divertida casita de jengibre.
Se acerca la época más esperada del año, la navidad, y con ella llegan las luces, los villancicos, las reuniones con familiares y amigos y por supuesto las deliciosas preparaciones que hacen que esta fecha sea la favorita de todos.
Sabemos que durante esta celebración las tradiciones cambian de una región a otra, pero hay una que está presente en los hogares de todo el mundo simbolizando el espíritu navideño, nos referimos a las famosas casitas de jengibre, una clásica receta, ideal para divertirse en familia preparándola y decorándola que además de ser un increíble elemento decorativo en la mesa, es comestible. Descubre con Recetas Nestlé® cómo vivir mágicos momentos en familia.
¿Qué son las casitas de jengibre?
Estas curiosas construcciones que decoran millones de mesas alrededor del mundo durante el mes de diciembre, son elaboradas con una dulce mezcla de jengibre, canela, clavo, nuez moscada, cardamomo, anís y azúcar.
Esta masa adopta la forma de una casa donde todas sus piezas comestibles le dan firmeza y estructura a la casita de jengibre, para luego ser una excelente opción para reunir a toda la familia decorando los techos, paredes, puertas y ventanas con los dulces que queramos siendo muy comunes las grajeas de color acordes a la época (verde y rojo), bastones de caramelo, chocolates y gomas.
El dulce origen de la casita de jengibre
Como todas las recetas que mencionamos en el blog Escuela del Sabor, en varias de ellas encontramos que al momento de hablar sobre origen existen múltiples versiones de la historia, y la casita de jengibre no es la excepción. Algunas indican que estas famosas galletas de temporada decembrina tienen un origen bastante antiguo, desde la época medieval donde era muy común el término “pan de jengibre” el cual era una masa dura que muy pocos panaderos conocían la receta, pues solo podían permitírselo consumir a los más adinerados o la realeza.
De la receta de la masa ahora pasamos al origen de la casita de jengibre, la cual nació en Alemania a principios del siglo XIX y más adelante se popularizó gracias a la famosa leyenda de Hansel y Gretel. Sabemos que este cuento no tiene nada navideño, pero su asociación con la tradición navideña se dio con las decoraciones que inicialmente eran con papel aluminio y láminas de oro que con el tiempo se reemplazaron por dulces y caramelos con colores propios de esta fecha.
Otro infaltable navideño, los muñecos de jengibre
Otro básico navideño que no puede faltar son los muñecos u hombres de jengibre, una deliciosa y divertida receta que por la escases y altos costos de sus ingredientes era una preparación que muy pocos podían disfrutar, tanto así que era sinónimo de todo lo que era elegante en Inglaterra.
Esta preparación era la favorita de la reina Isabel I, pero le dio su toque personal haciendo las galletas a semejanza de los invitados importantes dando paso a los famosos hombres de jengibre que actualmente se decoran con glaseado y se disfrutan como postre navideño.
¿Cómo hacer una casita de jengibre?
En el mercado puedes encontrar casitas de jengibre listas para ensamblar, pero no hay nada más satisfactorio que hacerla tú mismo desde cero, convirtiéndose en un proyecto navideño donde podrás pasar un divertido momento en familia. A continuación, te compartimos los 3 pasos que se requieren para construir una deliciosa y estable casita de jengibre.
PASO 1: Mezcla para la galleta
Este paso es el más importante de todos ya que no solo es la base para darle a tu preparación un delicioso aroma y sabor, sino que también es clave para tener una estructura estable y con acabados prolijos.
- Empieza batiendo la mantequilla con el azúcar, la canela, el jengibre y la sal hasta formar una crema suave y homogénea.
- Poco a poco incorpora el huevo y la leche y bate a velocidad media durante un par de minutos. Por último, añade la harina y acaba amasándola con las manos hasta tener una masa pegajosa.
- Se recomienda hacer una bola con la masa, envolverla en papel film y dejar a temperatura ambiente o en el refrigerador durante 2 horas.
- Pasado este tiempo, retira el papel film y extiende la masa sobre una superficie plana, con la ayuda de un rodillo estírala y aplánala hasta obtener el grosor deseado.
- En el mercado encuentras cortadores especiales para hacer una casita de jengibre o también puedes descargar una plantilla de internet. Puedes cortarlas antes de hornear para que no tengas problemas más adelante si te queda una galleta muy dura y al momento de sacar las piezas se te rompa.
- Antes de llevarlas al horno, puedes ser un poco precavido y aprovechar si te sobró un poco de masa para hacer algunas piezas extra por si se te rompe alguna durante el montaje.
- Precalienta el horno a 180°C y hornea las galletas durante 15 a 20 minutos.
- Si decides cortar las piezas después del horneado, hazlo tan pronto las saques que horno cuando estén aún calientes, ya que la masa todavía tiene algo de elasticidad. Las galletas se enfrían rápidamente y es probable que se convierta en una tarea difícil de hacer al volverse bastante quebradizas.
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PASO 2: Mezcla para el glaseado
Mientras tus galletas están en el horno y se enfrían, puedes aprovechar este tiempo para preparar y tener lista la mezcla del glaseado.
- En un tazón grande tamiza el azúcar glass y mézclala con las claras de huevos y unas cuantas gotas de zumo de limón. Bate hasta obtener una mezcla líquida, pero con la densidad suficiente con la que se sostiene sin gotear.
- Recuerda que el glaseado se seca rápidamente así que trata de seguir con el siguiente paso tan pronto tus galletas estén listas para ensamblar.
PASO 3: Armar y decorar
Ya estás a un último paso de tener lista tu casita de jengibre, aprovéchalo para involucrar a los más pequeños de la casa y a toda la familia para decorarla con los dulces y de la forma que ellos quieran.
- Empieza a montar tu casita uniendo uno de los frontales con los laterales empleando el glaseado como pegamento.
- Para esto, introduce el glaseado en una manga pastelera con una boquilla redonda, unta un poco el borde de las galletas y ve haciendo una pequeña presión para pegar ambas partes.
- Para tener un acabado perfecto puedes agregar el glaseado en el interior de la casa ya que de esta forma no se verá en el exterior.
- Si tienes suficiente tiempo, puedes ir pegando y secando por partes en el refrigerador para que queden bien compactas, resistentes y se sostengan por sí solas.
- Repite el mismo proceso y del mismo modo pega las demás partes de la casa, las otras caras frontales, laterales y el tejado.
- Antes de empezar a decorar, asegúrate que tu casita de jengibre esté bien seca y con todas sus piezas correctamente unidas.
- Con la ayuda de la manga pastelera dibuja el contorno de la puerta y las ventanas, aprovecha para hacer algún decorado en el techo.
- Saca a flote toda tu creatividad y utiliza malvaviscos, grajeas de colores, galletas, chips de chocolate, mentas, bastones de caramelo, gomitas, etc. Todo lo que se te ocurra ayudará a decorar tu casita de jengibre con dulces detalles que se podrán contemplar por todos lados, ideal para decorar tus fiestas navideñas.
En Recetas Nestlé® queremos que vivas el encanto de la navidad en familia y te diviertas haciendo esta preparación en casa. Recuerda que, aunque la casita de jengibre está hecha para decorar la mesa y es 100% comestible, debes consumirla con moderación en las porciones adecuadas.
FUENTES:
https://www.thespruceeats.com/the-history-of-gingerbread-1135954
https://www.pbs.org/food/the-history-kitchen/history-gingerbread/#:~:text=
https://www.theguardian.com/travel/2018/dec/22/a-brief-history-of-the-gingerbread-house
https://www.simplyrecipes.com/recipes/how_to_make_a_gingerbread_house/